lunes, 19 de setiembre de 2011

I




Cuando él le comunicó la fatídica noticia, el clima familiar nunca fue el mismo.

-Ciencias de la Comunicación, ma.
-Hijo ¿alguna vez te traté mal o hice algo que te avergonzara, acaso fui una mala madre, te lastimé o dañé? Dímelo, es lo único que te pido por el honor de este hogar que tanto esfuerzo nos ha costado a tu papá y a mí formar, dímelo y acataré tu decisión.
-No entiendo por qué haces todo esto, vieja, tú bien sabes que siempre me han gustado las letras y que sé que tengo talento para esto. Qué más quisieran los papás de mis amigos, que ellos les digan que quieren estudiar algo y hacerlo bien. ¿Eso no te enorgullece, chinita?
-Sí, te hice daño, no me di cuenta que te estaba criando mal, cómo es posible que sabiendo qué tan mala es la situación del periodista quieras cometer el mismo error que tu papá y yo, no haz podido aprender de experiencias ajenas que también haz sufrido, son tuyas y te aseguro que en lo que menos piensas todo esto te dolerá.
-Déjame equivocarme, entonces, y dame la misma oportunidad que tuviste tú...

Y aunque se esforzó en querer convencerla, ella siempre vio en él a todo tipo de profesional menos al que mi hermano aspiraba ser. Aunque logró su objetivo de optar por su opción predilecta, debo confesar que yo también pude ser testigo del desenvolvimiento que tenía de todas las materias habidas y por conocer. Una vez, cuando fui a la universidad a verlo participar en el concurso anual de oratoria descubrí que su dominio de la Medicina Humana había crecido por montones. Tres de sus profesores comentaban, en tono muy bajo, que mi madre -la mujer más sana que conozco- padecía de arteriosclerosis múltiple; mientras que cuando tuve la potestad de acercarme a otro rincón del auditorio pude discernir que sus conocimientos del Derecho se habían fortalecido. Mi hermano había amenazado con denunciar a dos de sus tutores por no querer tomarle exámenes en fechas extemporáneas. No contento con el almacenamiento diestro del conocimiento básico de dichas disciplinas, él había desarrollado un sentido histriónico francamente admirable. Su mejor amiga creía que vivíamos en las Casuarinas, que teníamos piscina y que nosotros íbamos a Paris en los veranos, lo cual me resultaba poco real pues de Francia solo sabía por libros y maestros y además, penosamente, acudíamos a una piscina un par de veces al año. Debo confesar, también, que a partir de dicha experiencia le presté mayor interés a las humanidades, especialmente a aquella rama nacida de un oficio que me permitiría la potestad de decir lo que me viniera en gana sin darle posibilidad al resto de personas de poder refutar algo de lo que mi boca haya pronunciado alguna vez.

sábado, 30 de julio de 2011

Humor

No estoy de humor
llamó hace quince minutos el loco de la esquina que no se durmió

no estoy de humor
mamá solo ha dejado en el cofre de los recuerdos una flor

me sucedió, dónde pasó, por qué ocurrió, a quién dañé, nunca pensé
solo creí que los buenos lo eran por siempre, fallé

lunes, 27 de junio de 2011

Un nuevo intento

Todos los días, al despertar, juro que voy a cambiar. Todos los días, al almorzar, juro que por fin voy a cambiar. Todos los días, al acostarme, siento que no pude cambiar absolutamente nada. La magia del cambio se halla -supongo- en el sacrificado proceso que denota emprenderlo, y seguir, y continuar, y persistir; y bien por los pacientes, pero vivo a mi manera.

Supongo que mañana me levantaré y -por lo menos- pensaré en cambiar, aunque no sepa qué.

O mejor no me preguntaré nada.

viernes, 17 de junio de 2011

Culturalmente incierto

Una serie de acontecimientos infortunados han hecho que, casualmente, la coyuntura ponga una vez más los reflectores sobre la educación de nuestros universitarios. Al margen del estudio que releva a nuestra patria hasta la penúltima posición de países en comprensión de lectura, y de que exista una prueba fehaciente de que el peruano lee, como promedio, un libro al año (IPSOS-Junio 2009); se ha podido entrever un asunto que levanta una polémica real y pone en tela de juicio el progreso que supuestamente vive el país. Un reportaje de Panamericana televisión ha prendido la mecha de pesada dinamita y ha puesto en aprietos a las diferentes universidades privadas de Lima que, quiérase o no, admiten a alumnos que desconocen hasta la fecha de la independencia nacional.
Por Roger Hernández
Al cierre de esta edición se contabiliza ya un mes desde que en un nefasto sábado un reportaje de veintidós minutos remeciera, con el poder de un tsunami, la agenda periodística de los medios y un castillo educacional hecho de naipes. Dicho reportaje, como bien se recuerda, consistía en sorprender a los alumnos de distintas universidades (entre ellas, la nuestra) fuera de sus aulas de estudio para mostrarles imágenes de personajes célebres o heroicos que marcaron un hito en nuestra tierra, y que sin embargo no podían dejarse reconocer por los talentosos estudiantes a los que se les consultó. La difusión de dicho material causó un revuelo ciertamente inusitado, además de ocasionar que muchos se pronuncien, partiendo desde educadores de nivel superior hasta humoristas y personas de a pie. Pero ¿qué hay detrás de un simple material periodístico elaborado por una entrevistadora y un camarógrafo?
Para Alicia Albornoz Mendoza, catedrática del curso de Historia en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Federico Villareal resulta paradójico que alumnos que pertenecen a una escuela profesional –ya sea de letras o números- no sepan, por lo menos, la fecha de independencia de su nación. “No se trata únicamente de que no hayan grabado en su base de datos un día perdido en el tiempo o un rostro célebre, sino también que dichos estudiantes ignoran qué significa desplegar un esfuerzo sobrehumano para liberar una patria de colonias extranjeras. Resulta triste, hasta cierto punto, porque desconocen la historia de su tierra, y pueblo que no memora su pasado, por más alegre o vergonzoso que este sea, está condenado a sufrir en el futuro”, afirmó.
Mucho se habla de los caracteres netamente superficiales y memorísticos que basan la educación en el Perú, criterio que nos ayudaría a comprender el reportaje de Panamericana. Pedro Córdova Piscoya, profesor de Marketing de la escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Martín de Porres, dio su punto de vista con un más claro optimismo. “Hay mucho por mejorar. Este no es un problema que se ha originado hoy, ni ayer, las bases de nuestra educación tienen mucha carga exógena. Además, los mecanismos de estudio provienen directamente de casa, y en la mayoría de casos escapan de las manos del profesor del colegio, y mucho menos del catedrático en la universidad. Escuelas para padres, motivación temprana para despertar el interés en los estudiantes resultará clave”, dijo.
Buscando consejos que puedan redirigir el asunto y buscar un norte provechoso lo antes posible, también se habló de que los estudiantes no suelen tocar temas de política en colegios ni universidades, por obviar problemas ideológicos o porque se considera “no recomendable”. Richard Díaz Chuquipiondo, profesor de la misma materia que Pedro Córdova, afirma que tocar política en aulas es tener un arma de doble filo. “Cuando estaba en la universidad, se hacía bastante política –sino estabas dentro no estabas en nada- pero al final los que llevaban el tema en el corazón son los consecuentes; el resto olvida. Las generaciones han ido desinteresándose más acerca de temas coyunturales e históricos, y esto es preocupante”. Cuando se le preguntó si tocar política en salones podría ser una alternativa favorecedora, él solo atinó a responder que se necesita bastante correa para tratar el asunto, pero que se puede rescatar utilidad.
Por lo tanto, entrevemos que hay alternativas que podrían mejorar el panorama, y más aún a futuro. Talvez cambiar ciertos criterios educacionales y curriculares brindarían una doctrina académica más acorde a las generaciones futuras y las nuevas tecnologías. Disminuir la brecha digital, despertar interés en los educandos, y marcar una ruta segura hacia un desarrollo sostenible depende solo de quienes quieran un Perú más culturalmente edificado.

viernes, 20 de mayo de 2011

Contradicciones

Cuarenta y dos años después de una revolución originada por el abuso de una dictadura se puede avizorar, sin esfuerzo o afán, una Cuba llena de enormes paradojas basadas en la falacia de organizar una nación que tenga el único propósito de que tanto fulano como mengano sean completamente iguales. Es cierto, las ideas van sucumbiendo en el camino, y este caso no ha sido la esperanzadora excepción.


Una Cuba que se convirtió en leyenda un 1 de enero del 1959, que despierta todas las mañanas y respira un aire distinto al de cualquier parte del planeta, posee mil y un historias por contar. Hablamos de esta misma Cuba que observa los murales más representativos de la Habana con la nostalgia de saberse el último bastión significativo de una ideología noqueada hasta el hartazgo, vista y vuelta a ver ante los ojos implícitos del mundo como la eterna guerrilla, como el grito diferente, como hasta la victoria siempre; pues sí, nos hace pensar y desaparecer cualquier duda de que presenciamos un caso muy especial, porque aunque no lo crean aquí sí alcanzan los picados y contrapicados para resumir lo que sienten once millones de personas ante una situación única, inaudita, desconocida. Pues sí, esa misma Cuba que un día cargó en hombros a once revolucionarios –entre ellos el eterno Che- se debate entre huir, morir o creer, ya que el bloqueo propuesto por el modelo capitalista ha previsto que se aísle aún más a este país isla. Pues sí, es esta una situación especial, porque Cuba escribe un hito en la historia cada día que pasa, cada amanecer y atardecer antillano.


Entonces ¿Picados y contrapicados? Sí. El básquet, el béisbol, la playa, las parejas, los besos, los cumpleaños, todos los rostros negros y blancos, hacen de Cuba un país controvertido, congelado en el tiempo y hospitalario. Aquellas sombras captadas por el lente de una cámara joven provienen de los corazones confundidos de quienes no saben cuándo acabarán estas contradicciones, puesto que la isla alberga sobre su tierra a gente que piensa de una manera realmente polarizada, pasando por quienes tatúan en su pecho freedom y colocan en sus paredes frases totalmente irónicas como “aquí el aire también se paga, ok?”, como también los otros, quienes se resignan a apoyar al gobierno y cuentan con una libreta las raciones diarias que reparten, y los últimos, los puros, quienes a ultranza aún miran las estatuas y reconocen en Guevara y Castro a dos tipos que lideraron una revolución predicada con el ejemplo, con la estrella. Tan solo nos queda razonar que innegablemente tenemos como incógnita a esta patria que siendo vista desde arriba o abajo –norte o sur-; derecha o izquierda –este u oeste, es un país lleno de opiniones contrapuestas. Tan solo nos queda pensar que las tomas captadas por aquel lente ágil han hecho protagonistas a personas con sueños y verdades totalmente lejanas, o sueños y verdades hechas realidad, pues nadie en la tierra podrá negar que las contradicciones vistas en Cuba son dignas de, por lo menos, retratar.

martes, 10 de mayo de 2011

Loca reflexión

PREMISA: Vea, y no sienta. Usted sabe que ya es tarde. Que los sueños solo sueños son. Hasta la voz se pierde de tanto clamar. Las noches. Más negras. Incomprensibles sí, y no a la vez. Incongruencias esconde y no sabrá porqué. Antraen, lo sé. Con la mayor de las nostalgias repito que yo lo sé. Mucha abstracción se necesita. Mayor suerte todavía. Fuerza para descubrir qué hay detrás de cada cosa que hacemos, y qué apariencia tienen. Nuestra mente está hecha para todo. Atención, porque hay veces que resulta menos fatídico percatarnos más de la forma que del fondo, de la cara que del corazón.






TE TOCA: Míralo mucho, léelo cuantas veces desees y encuéntrale sentido.






SI TE ABURRISTE : Te confieso que descubrí -a cocachos y muy a mi manera- que la magia no solo se encuentra en la lejanía, porque uno sí puede llegar a ser capaz de visualizar belleza en las cosas simples, porque nos solemos complicar por mero gusto y en vano, porque -aunque no te sorprenda- se puede encontrar un mensaje oculto juntando la primera palabra de cada frase y formar con todas estas, una muy irrefutable oración.





Parque de niño

Para la Boli, que necesitaba un texto breve para fundamentar su vida.


Los parques, de por sí, reflejan el afán de recreación por parte de los ciudadanos ya que desde siempre han denotado un ambiente de esparcimiento y ocio cómodo para quienes lo visitan. Las extensiones varían del lugar pues algunos son temáticos (dedicado a algún tema en específico tal como son recuerdos de batallas o personajes célebres), mientras que otros resultan estar más ligados al mero relax, donde es muy común verlos llenos de áreas verdes, lozas deportivas o simples áreas decorativas. En este caso, un parque de diversiones para niños nace de la desaparición masiva de los espacios rurales, los mismos que eran perfectos para el desenvolvimiento de actividades físicas y lúdicas; por lo tanto, los parques han sido creados con el propósito de poder otorgar un poco de entretenimiento sano donde se fomenten los lazos de amistad y compañerismo, así también como la destreza de los niños en juegos que logren contribuir con su desarrollo físico e intelectual.
Los juegos más populares en estos parques son, a la vez, los más antiguos. Los toboganes son los preferidos de los niños pues pone en funcionamiento el aparato vestibular del oído interno de los pequeños –cosa que gusta, ya que brinda un cambio posicional brusco- y porque ofrece una inevitable sensación de vértigo. Suelen tener una forma convexa y tienen diferentes alturas, lo cual también lo convierte en el escenario más frecuente de accidentes. Los subibajas son juegos que por excelencia forman parte de los parques. Trabaja los vínculos de empatía. Otro juego que también caracteriza a los parques es el de las trepadoras. Hecho comúnmente de metal, resulta un juego de esfuerzo que pone a prueba el ingenio del infante puesto que lo reta a llegar al otro extremo sin caer al suelo.
Entonces, no cabría la duda de que dichos centros cuentan con gran acogida por parte del público infantil y paternal porque crea lazos. Los niños necesitan socializar para desarrollar su intelecto. Además de que no tienen costo. Por lo general, estos parques están hechos con fines no lucrativos, es decir, hechos para la población. Que no tenga un precio de ingreso facilita el acceso pues no todas los padres pueden costear la recreación de sus hijos.
Por lo expuesto, se puede deducir que dichos parques son una gran alternativa de distracción. Cabe memorar que muchos pueden revivir con algo de nostalgia sus cálidos momentos de amistad y diversión. Recordemos que, aunque la pintura utilizada en las atracciones tiña el metal de mil colores, nada le da más vida a un parque que la sonrisa de un niño.